Como comentabamos en el
último texto; se podría decir que la primera forma de crítica de
arte fue la realizada por Homero al describir el escudo de Aquiles en
el canto XVIII de la Iliada.
(se adjunta una página
externa al blog donde podrán consultarlo)
Cuando Homero decide meter
una obra de arte dentro de otra obra de arte, no sólo inventó un
nuevo género literario, la ékphrasis,
o descripción poética de una obra de las artes plásticas, sino que
sentó un precedente que tendría consecuencias inmediatas, como por
ejemplo fue la
descripción
del
Escudo de
Heraklés, la cual se le atribuye a Hesíodo.
En
el
capítulo a tratar hoy,
se nos relata el forjado de un escudo por parte del dios Hefesto para
Aquiles a petición de su madre, Tetis; así como también una
armadura.
Homero
describe el escudo como una obra de un dios, y no de uno cualquiera,
sino de Hephaistós,
(el Vulcano de los romanos), dios de la forja
y de las artes del metal, gran y formidable artesano. Todo lo que
sale de las manos de este dios es técnicamente perfecto.
Al
recalcar estas virtudes, Homero parece querer disuadirnos de buscar
fuentes y paralelos a la obra de arte descrita, ya
que esta sería perfecta y no sería posible concebirla en la
realidad. Homero puede haber inventado el escudo; pero, el que sepa
algo de este escritor comprenderá que no es algo probable. No suele
desentenderse ni distanciarse de la vida humana y del mundo real, ni
siquiera cuando se trata de los dioses. Por eso, resulta difícil de
creer que la imagen del escudo naciese en su mente sin basarse en
otros relatos orales, otros escudos o en elementos reales antiguos o
modernos para él.
Las opiniones acerca del escudo de Aquiles están dividas entre los
apostantes al mundo micénico y los del mundo del arte geométrico y
orientalizante que le tocó vivir.
Con el primero habría que destacar a Miss Lorimer (actualmente una
galería de arte lleva este nombre), para quien el escudo es una
pieza tradicional.
Hoy
en día la opinión más alabada es la
segunda; en la que se
destacan
los círculos que conforman el escudo, práctica típica en la época
orientalizante.
Volviendo a la descripción del escudo; los versos narran con detalle
las escenas civicas, agrarias y pastoriles. Un microcosmos de la vida
cotidiana de la época, unas escenas bélicas y unas escenas
astronómicas.
El escudo consta de 5 circulos diferenciados por su temática:
1-En la primera franja encontramos una pequeña descripción
astronómica de la Tierra, el Sol, el cielo, la Luna llena y algunas
estrellas y constelaciones, entre las cuales destaca especialmente la
Osa Mayor.
2-En la segunda franja encontramos dos ciudades. En la primera
describe diversas escenas que representan los momentos pacíficos de
la ciudad; en la segunda ciudad describe la otra cara de la vida en
la ciudad, la guerra.
3-En
la tercera franja se nos describen escenas idílicas de la vida rural
y el trabajo en el campo del mundo griego.
4-En la cuarta franja se nos vuelven a describir escenas de la vida
rural pero esta vez en su vertiente ganadera.
5-En la orla del escudo, la última franja, está representado el
Océano, envolviéndolo todo acorde a la concepción del cosmos que
tenían los griegos según el cual el Océano rodeaba el mundo
conocido.
Como ya hemos recalcado antes, se trata de una fuente de información
en exceso valiosa para reconstruír la vida cotidiana de los tiempos
de Homero.
Así,
concluimos, pues, este breve estudio sobre un episodio de uno de los
más famosos libros de la cultura occidental y un gran episodio para
la crítica y la historia del arte.
Podríamos decir que se trata de la representación de uno de los
cuadros de costumbres más antiguos que se conoce y
del inicio de la crítica del
arte.
Un artículo bello a la par que claro, con una redacción muy buena y que a merecido los minutos que en el he empleado, espero ver más como este próximamente
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