sábado, 15 de abril de 2017

¿Siguen importando los críticos de arte?

El crítico de arte ha sido desde siempre el que decide en la historia del arte, las obras que eran “malas”, y las que eran “buenas” e innovadoras, gracias a su conocimiento y entendimiento del arte.

Hoy en día seguimos imaginándonos al crítico como una figura que impone, seria, que tiene el poder de elevar a unos al estrellato y hundir a otros en la miseria. Pero… ¿es esto verdad? Estos críticos, y en este caso, críticos del arte ¿tienen tal poder en la actualidad?
La respuesta es: No. Esto ha cambiado.

Los críticos en el pasado, eran percibidos como personas de un elevado grado social. Personas cultas con poder que entendían de arte, mientras que una persona de a pie no podía llegar a tener tales conocimientos. Ahora, en la actualidad, donde estamos a rebosar de información, necesitamos al crítico, pero de otra manera….  ahora son más bien guías u orientadores artísticos, sin llegar a tener tal poder en el arte como puede tenerlo un comisario. Siguen siendo respetados, pero no temidos.

Lo que más se busca de ellos es expresar o informar de lo que el artista quiere transmitir, del cómo es una obra y en las referencias que pueda tener. Es básicamente un mediador entre el artista y el público. El crítico generalmente critica más bien por "amor al arte", ya que el impacto mediático que pueda tener una crítica (con todas sus características) al ser publicada, ya sea en un periódico o en una revista, en la mayoría de los casos es mínimo.

A pesar de que no tengan gran peso en el mercado del arte no quiere decir que no sean importantes, siempre se tendrá en cuenta su conocimiento artístico, ya que son capaces de difundir arte, acercar al publico a él y hacer que a grandes rasgos lo entiendan.


Fragmento de entrevista a H. D. Buchloh (profesor de Harvard y uno de los historiadores del arte más influyentes del siglo XX)

        P. ¿Cómo casan sus críticas con el hecho de que su admirado Richter se haya convertido en uno de los valores más seguros del mercado?
        R. Podías comprarte un richter por cinco mil dólares en 1975, por 10.000 en 1985 y por 100.000 en 1995. Y entonces, de pronto se dio esa enorme revalorización [la venta en 2015 de uno de sus cuadros por 39 millones lo convirtió en el artista europeo vivo más cotizado]. Él mismo está horrorizado. Es ridículo.

        P. ¿No teme que sus opiniones se lean hoy como el lamento de un veterano de demasiadas guerras?
        R. No me preocupa demasiado, porque probablemente son eso precisamente. Historiadores y críticos ya no tenemos ninguna influencia en el mercado.

        P. ¿Y cuál es su función entonces?
        R. La crítica ha perdido totalmente su función. Los historiadores al menos enseñan, contribuyen a la construcción de la memoria histórica de los estudiantes. Un crítico, en cambio, está envuelto en el mercado, pero sin influencia sobre él. Puedo escribir 10 artículos contra Jeff Koons y aún sería el artista mejor vendido.

        P. ¿Quién es culpable de esa pérdida de influencia?
        R. El crítico ha sido desplazado a medida que la sociedad se ha hecho más letrada. En el siglo XIX, la gente necesitaba un especialista para juzgar qué hacía de un objeto algo valioso. La educación visual de la gente ha mejorado hasta unos niveles que ya no se necesitan expertos. Eso es positivo en cierto modo, lo que no es tan bueno es que la decisión sobre cuándo un objeto es importante haya acabado en las manos del mercado. Eso es peligroso.

Iker Seisdedos, (20 mar 2016), La crítica de  arte ha  perdido totalmente  su función  [Blog post]. El País. Recuperado de http://cultura.elpais.com/cultura/2016/03/18/actualidad/1458314006_007665.html


Ver tambien vídeo de un post anterior: La precaria situación de la Crítica de Arte

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